viernes, 18 de julio de 2008

Denuncian trabajadores malos manejos en el Centro Cultural Xavier Villaurrutia

■ Por 19 años ha sido un espacio para personas de escasos recursos; ahora está en riesgo

Denuncian trabajadores malos manejos en el Centro Cultural Xavier Villaurrutia

■ Escamoteo de recursos y modificación arbitraria de las condiciones de trabajo, algunos factores que denuncia el fundador del lugar

■ Hoy, la titular de cultura local recibirá a los inconformes

Arturo García Hernández
lunes 24 de marzo de 2008

El Centro Cultural Xavier Villaurrutia (CCXV), que durante 19 años ha funcionado en la Glorieta del Metro Insurgentes como un espacio de enseñanza artística y desarrollo cultural para personas de bajos recursos, enfrenta una situación que pone en riesgo su continuidad.

Ubaldo Comi Aguilera, fundador y coordinador del centro, perteneciente a la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, responsabiliza a las autoridades de la situación prevaleciente. Entre otros factores, señala: escamoteo de recursos, equipo y material necesarios para trabajar; ambigüedad sobre la coordinación específica de la que depende directamente el centro; intento de modificar arbitrariamente las relaciones contractuales con el equipo docente del centro cultural, y hacer contrataciones por “amiguismo”.

Como principal causante del conflicto, Comi Aguilera y el grupo de profesores que lo respalda señalan a Isabel Molina Warner, coordinadora interinstitucional de la Secretaría de Cultura. Es ella quien directamente –aseguran los declarantes– bloquea el acceso a los recursos asignados y promueve las modificaciones contractuales mencionadas. Por ejemplo, la más reciente, la de Judith Méndez, inicialmente contratada para trabajar del primero de febrero al 31 de diciembre de este año, a quien ahora pretende “cancelarle” dicho contrato y hacerle firmar uno de mes y medio.

Actualmente hay 307 alumnos inscritos en las distintas disciplinas y actividades que se imparten en el centro. A ninguno se le cobra por concepto de inscripción o colegiatura, y sólo se les pide que lleven su material.

De acuerdo con distintos testimonios recabados, el CCXV ha funcionado como un espacio de aprendizaje, de crecimiento personal y de integración social, del que también se han beneficiado niños y niñas en situación de calle; personas de la diversidad sexual o con capacidades diferentes y otras pertenecientes a los llamados grupos vulnerables.

Los denunciantes han hecho llegar un documento a Elena Cepeda de León, titular de la Secretaría de Cultura, en el que detallan la situación y sus demandas. Este lunes, a las 11 de la mañana, la funcionaria recibirá en sus oficinas a una comisión de inconformes, luego de dos citas canceladas.

Tomado de
http://www.jornada.unam.mx/2008/03/24/index.php?section=espectaculos&article=a23n1esp

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