Tomado de:
La batalla entre los emos y RBD
Fausto Pretelin Muñoz de Cote
El Universal
Sábado 22 de marzo de 2008
"El nido habitado por el metro Insurgentes se mueve. Para el conservadurismo político se trata de un baldío cultural; para los mercadólogos es el parque temático de la antiaspiración; para los arquitectos posmodernos es un espacio-basura; para el conservadurismo moral es una isla conquistada por depravados; para los liberales bienpensantes es un zoológico humano; para miles de transeúntes es un mal necesario.
Los antropólogos del asfalto lo señalan como el verdugo de la Zona Rosa. Los delegados preferirían que no existiese. Los emos, punks y gays piensan lo contrario. ¿Pero quién hablaba de los emos hace un mes? La publicidad, el arte del dopaje blando y divertido, no nos los había presentado.
Tal vez sea esta la razón por la cual, en la glorieta de los Insurgentes, no haya modelos luciendo trajes Ermenegildo Zegna ni oxígeno patrocinado por la marca Jean Paul Gaultier. Olvidamos que nos encontramos en una transición espectacular: del control televisivo al descontrol cibernético; del gobierno programado por el duopolio televisivo a la anarquía descargada en internet."
http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/vi_40087.html